EMPEZÓ CON NOSOTROS

Tal vez todo empezó cuando nos conocimos, 

una manera bastante improbable, pero quien 

imaginaria que te conocería gracias a que 

choque tu moto con mi auto, por cierto, creo 

que nunca te pague por los daños.

Mi madre dice que vio que te amaba en cuanto 

pusiste un pie en mi casa, ni siquiera mis 

amistades conocían mi hogar, según ella allí 

entendió que eras más que un amigo para mi, 

empezabas a ser mi mayor anhelo.

El portero de tu edificio decía que todo empezó 

en aquella primera vez que dormí en tu departamento

mencionó que la chica que entró esa noche no era la misma 

que había salido al otro día en horas de la tarde, según él 

tenía un brillo diferente en mis ojos. Me caía muy bien 

el Señor Gideon, era un hombre muy sabio.

Puede que haya sido en el momento en que vi 

por primera vez tu lado furioso, te veías tan gracioso

frunciendo el ceño mientras tus labios formaban un puchero 

y tus ojos, cielo santo esos ojos oscuros

eran el mayor motivo en días de insomnio.

No se si recuerdas, para nuestra segunda cita,

me llevaste a un book café, cuando te fuiste a buscar nuestros libros

 una niña de hermosos ojos azules y cabello rubio se me acercó, 

entonces dijo algo que siempre tendré grabado

- Ojalá papá mirara a mamá como tú novio te mira a ti

Si, así mismo, tendría unos nueve años y 

ya captaba el amor que allí surgía, 

¿será que todo empezó allí, durante nuestros días de lectura?

La forma en cómo te ríes, aquel melódico sonido,

 la primera vez que lo escuche supe que siempre desearía verte feliz

sólo para oírte reír. Puede que entonces ya te amara.

Mi padre no estuvo de acuerdo hasta que 

vio la preocupación en tus ojos cuando tuve 

aquel accidente al intentar manejar tu moto. 

Papá era de pocas palabras, pero aquel día mencionó que el amor 

estaba llegando a mi vida, podría ser que todo empezará 

cuando nos preocupábamos por el otro.

La primera vez que nuestras manos se juntaron,

dedos entrelazados y palmas rozándose, 

sentí como una corriente eléctrica que activo 

mis nervios, me sentí segura, amada, me di cuenta que 

encajábamos tan perfectamente que no 

encontraría nunca a nadie igual que tú.

De pronto, el momento en que descubrí 

que éramos la pieza perfecta de el rompecabezas del otro 

fue donde el amor empezó.

Tu mejor amigo, Carlos, él siempre apostó por nosotros,

confío en que éramos el uno para el otro 

justo antes de que nosotros siquiera lo imagináramos.

Puede que allí empezará todo, con aquella persona que veía 

desde otra perspectiva como nuestras almas luchaban por estar juntas al fin.

Nuestro primer beso, lleno de timidez, inseguridad, 

incertidumbre y al final la sensación más exquisita jamás 

experimentada hasta que tu llegaste. 

Sentí la dulzura de tus labios, el deseo y...creo el amor.

Aquella primera pelea. Fue bastante fuerte, nos distanciamos 

por un mes, créeme que cada día que pasó llore, te extrañé, 

era como si me hubiesen arrebatado una parte esencial de mi existir, 

mi pecho dolía...mi corazón brincaba en busca de ti. 

Entonces entendí que jamás te querría fuera de mi vida. D

icen que todo empieza cuando extrañas a alguien ¿tu que dices? 

¿Allí habrá empezado? Aunque, ¿Realmente importa donde empezó nuestro amor?

                                                                       

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No importa donde empezó todo, aunque tengo más que seguro que sin saberlo empece a amarte en cuanto aquellos ojos cafés me miraron por primera vez, ahora entiendo, me miraste tan detenidamente, me observaste encabronado porque había estropeado tu Harley, pero había algo más allí, algo que no estaba dicho, pero pronto se escribiría, nuestras almas lo sabían desde el principio, estábamos destinados a permanecer juntos, caminar tomados de la mano por esta montaña rusa que es la vida, atados el uno al otro por un para siempre que trascendería cualquier cosa.

Verme aquí contigo después de sesenta años juntos, viendo a nuestros hijos criar a sus hijos, apreciar cada arruga, tu cabello blanco, tu sonrisa cansada hace que pueda dar fe de que hay amores verdaderos, ser testigo de que vivimos juntos la mejor de las vidas y entender que todo empezó justo allí, contigo.

Keren Hapuc Jimenez S.